Solteros con hijos

La llegada de un hijo impone un reacomodamiento del erotismo en la pareja.

Luciano Lutereau (*)

Es cada vez más frecuente que la llegada de un hijo implique la separación de una pareja. En casos en los que ésta funcionaba de manera espléndida, y la aparición de un tercero motiva una encrucijada disruptiva; pero también en aquellas situaciones en que el embarazo constituyó una pareja que, después del nacimiento, se disolvió. Analicemos ambos casos por separado.

 Resultado de imagen para solteros con hijos

Reacomodamiento

La llegada de un hijo impone un reacomodamiento del erotismo en la pareja. Podría decirse incluso que buena parte del amor que abrazaba al compañero ahora se dirige al recién venido… En cierta medida, entonces, la relación conyugal se vuelve el soporte de una hostilidad mayor. Para las mujeres, esto implica una mayor disposición para el reproche, que ya no es amoroso, sino narcisista: necesitan que su pareja las ayude, mientras que la otra parte advierte que sólo debe soportar una frustración a cambio de una recompensa bastante endeble.

En última instancia, tanto para el hombre como para la mujer, el acceso a la paternidad y la maternidad supone un reencuentro con aspectos de su propia infancia que, si fue gratificante, podrán ser un sustituto del amor que ahora está en otra parte. El varón podrá soportar, sin sentir celos, la exclusión de la célula que componen la madre y el hijo (o, mejor dicho, podrá soportar los celos); y la mujer podrá reencontrar en la figura del padre mucho más que un asistente, si es que puede elaborar el complejo de culpabilidad que la maternidad supone para toda mujer. Esto es algo que puede notarse en aquellas madres hiperpreocupadas que todo el tiempo tienen temor de estar haciendo algo incorrecto; esta preocupación es la expresión de una culpa que tiene como referente a la madre y el temor a una fantasía incestuosa (porque en el inconsciente, para toda mujer, el hijo es un sustituto de un hijo esperado del padre).

Dicho de otro modo, en este primer caso el destino de la pareja está supeditado a la transición de las regresiones que la paternidad y la maternidad conllevan para el hombre y la mujer. Por eso, es tan corriente también que este acontecimiento se vincule con un mayor acento de rasgos neuróticos que son una compensación reactiva a esta regresión. Hombres y mujeres lo dicen en la consulta cotidiana: “Desde que nació mi hijo estoy más obsesivo con el dinero, mientras que antes era una cuestión que no me importaba mucho”, o bien “Desde que nació ya no puedo ponerme una minifalda sin sentirme incómoda, la posibilidad de que un hombre me desee me produce asco”.

Uniones breves

Hasta aquí todo es más o menos típico. Por eso, el caso más notable es el segundo mencionado en el comienzo. Hoy en día, es común que algunas mujeres se aproximen a los cuarenta años y, ante la falta de una pareja estable, la pregunta por la maternidad acucie. Eventualmente, ocurre que han tenido una relación prolongada, que no se realizó lo suficiente, y de nuevo solteras están preocupadas por la posibilidad del embarazo. Ahí es donde suele pasar que uniones breves, con el primero que aparece (por decirlo así), concluyan en la aparición de un hijo. Son casos más o menos corrientes, los diarios cuentan historias de este tenor, ya que la sobremesa de estas relaciones son escenas conflictivas que terminan en los juzgados o en cosas peores.

No obstante, al psicoanalista no le toca juzgar si hay un modo mejor (u otro) de tener un hijo. Cada uno lo hace como puede. Lo que sí es significativo en el segundo caso, es que la llegada del hijo no estuvo atravesada por un lazo conyugal. Incluso para el varón es la oportunidad de tener un hijo a expensas del deseo de esa madre (lo que es un modo de decir que lo tuvo para el deseo de otra madre, esto es, la suya).

Esta circunstancia, a veces, se explica por la presencia de duelos no resueltos. Recuerdo el caso de una mujer que me contó cómo luego de una convivencia de una década, ante la separación, tuvo la penosa idea de que esa relación terminaría sin un hijo y que le parecía injusto. A los dos meses, estuvo embarazada de un viejo compañero de la escuela, con el que se llevaba pésimamente mal. La conclusión es perentoria: no buscó un padre para un hijo, sino el hijo del padre que no fue.

Que muchas personas tengan hijos desde una posición de “soltería” pareciera ser un rasgo habitual de nuestra época. Más allá de que hablemos de casos de alquileres de vientre, inseminación, etc. El hijo “en el seno” de la pareja, pareciera ser una estructura de otra época, y esta coordenada requiere pensar matices subjetivos mucho más precisos que la disolución contemporánea de la familia.

(*) Doctor en Filosofía y Magíster en Psicoanálisis (UBA). Coordina la Licenciatura en Filosofía de Uces. Autor de los libros: “Celos y envidia. Dos pasiones del ser hablante” y “Ya no hay hombres. Ensayos sobre la destitución masculina”.

Fuente: http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/145923-solteros-con-hijos-espacio-para-el-psicoanalisis.html

Los solteros no bailan

Por Luciano Lutereau

Recientemente vi en la televisión un documental sobre fertilización, en el que una mujer comentaba la decisión de tener un hijo “sola”. No le faltaba una pareja. No le faltaba nada. Pero era algo que no quería compartir. Literalmente, dijo que le “daba paja” la vida familiar con un hombre. En última instancia, así se reservaba la última palabra. Nadie le puede decir nada sobre su hijo. Su autoridad es absoluta…

 Resultado de imagen para baile pareja

¿Quién podría juzgarla? No está ni bien ni mal. Es una elección. Hacia el final ofrecía un detalle cuyo valor clínico es precioso (y preciso): antes del embarazo, se compró un perro para practicar. Un hijo puede sustituir al falo, también a una mascota. El niño como “Tamagotchi” es parte de lo que hace tiempo vengo llamando “clínica del soltero”, es decir, una descripción de las posiciones de aquellos que bien pueden no rechazar la pareja, pero sí la realización subjetiva a través del encuentro con el otro sexo (en Otro).

Veámoslo con otro caso. Esta vez más general. Todo varón conoce la dificultad de sacar a bailar a una chica. El corto de Martín Piroyansky “Un juego absurdo” (2009) lo demuestra: por un lado están los muchachos, por el otro las mujeres y, en el medio, el deseo. La iniciación sexual está mediada por esa tensión que hace del encuentro algo contingente, que requiere la puesta a prueba de la potencia y, eventualmente, la precipitación de un síntoma (como la vergüenza).

Ahora bien, en “El baile de los solteros” (2004), Pierre Bourdieu se ocupa de la posición de aquellos hombres que no bailan, y se quedan al margen, que miran. Son “incasables”, dice. Están excluidos del “mercado matrimonial”, agrega. Es atractiva la idea del matrimonio como un “mercado”. El sociólogo advierte que en Bearne son los primogénitos los que ocupan ese lugar. En otro tiempo, hubieran sido candidatos inmejorables. No obstante, los tiempos cambiaron con el desarrollo de las ciudades y las industrias, y a los hombres “arraigados” les bajaron el precio, porque el matrimonio ya no vale como alianza en el contexto de la modernidad desarrollada.

Es valiosa la ecuación que se produce: el que queda nombrado por una herencia, en tiempos de la decadencia del patriarcado, sintomatiza el matrimonio. Los solteros no bailan porque, como dice una canción de Café Tacuba: “El amor es bailar”.

Consideremos un último punto. Según un estudio de la Universidad de Michigan, tener un marido genera una carga extra de 7 horas semanales de trabajo. La Organización Mundial del Trabajo, en el 2016, afirmó que un marido genera 10 veces más stress que un hijo. Estamos hablando siempre de un marido “normal”, porque si a esto le agregamos que podría tratarse de un vicioso (alcohólico, fanático de Racing, lacaniano) las cifras se disparan. Sin duda, esto hace del matrimonio (única manera de consagrar la unión con un marido) una elección poco conveniente. Podríamos bromear y decir que es preferible el giro neoliberal y tercerizar el servicio, flexibilizar el modo de contratación, anular el convenio colectivo del amor conyugal.

De acuerdo con cierta orientación contemporánea, es importante avanzar en el cuestionamiento del patriarcado, pero no de manera ingenua, dado que en nombre del deseo podemos realizar el sueño del individualismo burgués y capitalista. Si el deseo no destituye al sujeto, es mero cálculo, la más básica de las formas masculinas de sexualidad: la “paja colectiva” del adolescente varón. Desde mi punto de vista, no se trata de liberarse sino de buscar otras formas de compromiso con el otro.

Para concluir, si la Organización Mundial del Trabajo sostiene que un marido causa 10 veces más stress que un hijo, es porque se supone que un marido es comparable con un hijo. En efecto, sólo para una madre vale esta suposición, lo que demuestra el carácter machista del informe (a pesar de su intención progresista), que sólo piensa a la mujer a partir de la demanda. Pero no sólo es machista, sino también normativo, ya que reprime el deseo que podría llevar a una mujer a “adoptar” a un hombre. ¿Qué prejuicio menosprecia que un hombre pueda reencontrar en una mujer algunas huellas maternas? Eso es la histeria y su queja: “Soy tu mujer, no tu mamá”, que absolutiza lo femenino como algo opuesto a la maternidad. Esta cuestión nos devuelve al caso del principio.

(*) Doctor en Filosofía y magíster en Psicoanálisis (UBA). Docente e investigador de la misma Universidad. Autor de los libros: “Celos y envidia. Dos pasiones del ser hablante” y “Ya no hay hombres. Ensayos sobre la destitución masculina”.

Fuente:http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/143940-los-solteros-no-bailan-espacio-para-el-psicoanalisis.html

Metáfora y revelación

Por Margarita Carrera

Que el lenguaje poético revela de manera profunda la verdad, es algo que sostienen psicoanalistas freudianos —entre otros— y adversan filósofos tradicionales.

Resultado de imagen para metafora

Para estos últimos habrá diferencia entre el lenguaje poético y el lenguaje filosófico, separan, en forma tajante, la poesía de la filosofía. Y no hay caso de poderlos convencer de que el poema revela, intuitivamente, verdades que luego, después de largos años, la ciencia llega a descubrir mediante sus diversos métodos rigurosos.

Heidegger le da especialísima importancia al lenguaje en el campo de la filosofía. Para ello, se remonta a Parménides y a Heráclito, quienes establecen que “logos” (en el sentido primitivo de “poner”) y “phásis” (en el sentido de “luz”), esto es, “traer a luz”, es la esencia del lenguaje. Lo cual lleva a estos filósofos a la futura confirmación heideggeriana de considerar “la esencia del lenguaje desde la esencia del ser”. De aquí la expresión “el lenguaje es la casa del ser”, sobre la que Heidegger levanta su filosofía, solo había un paso; pero este paso fue —aunque él se niegue a reconocerlo— metafórico, poético. Pues, por prejuicios antiquísimos de la filosofía tradicional —de la que no escapa Heidegger—, este niega que su bella y verídica frase sea “mera imagen” y mucho menos de una manera “metafórica” de pensar, ya que ello sería impropio de lo que se debe considerar como filosofía.

Para mí que es imposible desconocer esta magnífica metáfora con la que Heidegger —poéticamente, que no filosóficamente— devela una verdad difícilmente discutible. De ella se podría deducir que todo lenguaje —que es “semeion”, seña— tiende a lo metafórico, y que, así, es la metáfora la esencia del lenguaje, que, a su vez, es la esencia del ser.

Ahora bien, en mi obra Antropos establezco que el ser radica en el hombre y su inconsciente. Esto nos lleva a la tarea de describir, descubrir, develizar el mundo inconsciente que yace oculto en la psiquis humana. Llegamos al inconsciente, de acuerdo con Freud, por medio de la interpretación de los sueños. En ella, el creador del psicoanálisis descubre que la elaboración onírica está regida por ciertos mecanismos que operan de manera inexorable. Los más destacados: la censura, la condensación y el desplazamiento.

J. Lacan, que continúa en Francia el psicoanálisis freudiano pero unido al estructuralismo de Saussure, creando así una nueva escuela psicoanalítica-lingüística, nos remite, al hablar de la condensación, a la metáfora; y al hablar del desplazamiento, a la metonimia. Así, la verdad es revelada en forma velada en los sueños, por medio de metáforas y metonimias que, con sutileza, maneja la censura. El lenguaje metafórico deja de ser interesante únicamente para los estudiosos de la literatura, y se convierte en el lenguaje por excelencia que, mediante los sueños y la poesía, nos conduce a las más ocultas verdades que esconde el hombre.

El inconsciente, o el ser del hombre, se manifiesta, sobre todo, en el sueño y en la poesía, por medio de metáforas y metonimias. Pero, ante todo, es la metáfora la que traduce las grandes verdades del hombre y su universo, que no nacen de la arbitrariedad, sino de una fuerza creativa impulsada por el inconsciente individual o colectivo.

Dentro de esta nueva postura para la búsqueda de la verdad, los filósofos han de recurrir al lenguaje, poético, manifestado, simbólicamente, en el sueño y en la poesía.

La metafórica expresión heideggeriana, “el lenguaje es la casa del ser”, alcanza significados no previstos por el mismo Heidegger: el lenguaje es la morada, el recóndito albergue de ser del hombre y del ser de todas las demás cosas, gobernada de manera inexorable por una poderosa fuerza, equivalente a la fuerza del inconsciente del humano.

Fuente: http://www.prensalibre.com/opinion/opinion/metafora-y-revelacion

 

Per ser heroi, és necessari perdre alguna cosa.

Jacques-Alain Miller està feliç. Ha vingut a Barcelona a presidir la XIII Conversa Clínica de l’Institut del Camp Freudià, però, per gran sorpresa de tothom, la jornada ha donat molt més de si. Miller s’ha obert a compartir el seu desig i el perquè de la seva felicitat.–On posa el seu desig?
–«Sóc un home en guerra, he estat un nen en guerra contra els creguts, els que es pensen que són superiors als altres. És com la lluita de Voltaire. No és un tanc, sinó algú que ataca d’un costat o de l’altre, que es disfressa de diferent manera, que es burla dels seus enemics… això és el que faig jo! I penso que Lacan també ho feia en la psicoanàlisi.»
Què hi ha darrere d’això?
–«Potser una lluita contra el pare. Encara que el meu pare no fos cregut, era un home molt irònic amb mi i m’ofenia quan es burlava de mi. Recordo com un gran moment el dia en què vaig ser jo qui li va prendre el pèl i va provocar que es disgustés. Vaig tenir un sentiment de victòria que em va fer pensar en la pel·lículaScaramouche de George Sidney, en què el final és el millor duel d’esgrima de tota la història del cinema. En el moment en què vaig aconseguir fer un acudit al meu pare i que ell s’ofengués vaig sentir que jo feia el mateix que Stewart Granger quan aconsegueix treure l’espasa de la mà de Mel Ferrer a la pel·lícula. I crec que aquell moment m’ha marcat tota la vida, perquè des de llavors que estic buscant un duel amb els que se senten superiors.»
–És això el que el va portar a l’esquerra?
–«Quan era petit, si teníem convidats a casa que feien alguna reflexió racista, llavors jo, que tenia uns 7 anys, saltava directament al coll de la persona acusant-la de dir coses horroroses. Com si l’escena estigués sota els ulls de Déu i jo fos portador de la justícia del món. I que, si ho deixava passar sense reaccionar, en seria tan culpable com ell. De fet, jo sol havia inventat el políticament correcte. I finalment, crec que va ser això el que em va portar cap a l’esquerra moderada.»
–I quan es va passar al comunisme?
–«En arribar a l’École Normale Superieure, als 18 anys, no era gens estalinista. Però vaig conèixer Louis Althusser, que em va convèncer d’entrar a la Unió d’Estudiants Comunistes. Vam fer una reunió on hi havia, entre d’altres, Jean-Claude Milner o Robert Linhard, que més tard va ser el fundador del grup que va inspirar el director de cinema Jean-Luc Godard a fer la pel·lícula La Chinoise. En aquell temps, dins la Unió hi havia els trotskistes, els del partit ortodox i nosaltres, que hi érem com a althusserians. De tota manera, no m’interessava gaire, em burlava dels buròcrates del Partit Comunista.»
–Tot i així, va participar en el Maig del 68!
–«Pel Maig del 68 sí que hi vaig entrar fort. Estava en l’organització d’Esquerra Proletària, que suposadament era el grup maoista d’acció. I no li puc dir tot el que hem fet, però vam fer de tot. Coses clandestines, cap de terrible. No he segrestat ningú, però, per exemple, fèiem fotos a edificis que no es podia… era tan divertit com en una missió secreta.»
–Però, no hi acabava d’encaixar?
–«La meva conclusió va ser que no seria possible fer la revolució a França. Miri, tenia un amic obrer molt rebel que un dia em va portar a casa. I la seva dona em diu: ‘Vostè sap que tot el que tenim és a crèdit i que si el meu marit va pres s’ho emportaran tot? Això no és cap amenaça per a vostè perquè és burgès, però sí per a nosaltres.’ Doncs va resultar que el gran rebel a fora, el manava la dona a dins de casa. I coneixent les seves vides, anava veient el pes i els vincles que els impedien que la revolució fos efectiva més d’un mes. Dintre meu em deia que s’enganyaven, però vaig desistir de la raó i em vaig sumar a la tesi de la majoria que deia que hi havia una violència latent en les masses i que se les havia de despertar donant l’exemple de la violència. Això em semblava un horror, però vaig preferir la companyia dels amics que no pas retirar-me.»
–Quan va deixar el grup?
–«Va ser després que la policia apallissés un periodista i que jo organitzés una manifestació per fer caure el ministre d’Interior, Raymond Marcellin. Va tenir tant d’èxit, que fins i tot el líder dels trotskistes em va felicitar. Llavors, em truca Benny Lévy, que en aquell moment era el cap de l’Esquerra Proletària, i em demana una autocrítica. Deien que jo volia fer caure el ministre d’Interior i que això tenia una finalitat burgesa, que no interessava a la classe obrera. Aquí ja vaig dir prou. I encara més quan, al cap d’uns dies, me’l trobo i m’explica que l’autocrítica només me l’havia demanat perquè sinó Robert Linhard l’hauria criticat a ell. I així va acabar la cosa. Hauria pogut respectar un gust excessiu per l’absolut, però no admetia que m’ataqués per protegir-se ell. De tota manera, poc després, el grup de l’Esquerra Proletària es va dissoldre.»
–Aquí va ser quan va entrar en anàlisi?
–«Ho havia posat tot per ser maoista: era la realització del desig del nen que no podia suportar la injustícia, la paraula injusta. En aquell moment, estava fora d’un món on havia viscut de manera intensa durant tres anys i mig. I després de tot, em vaig trobar que estava una mica perdut. Vaig començar a tenir moments d’angoixa, estava en una crisi espiritual i necessitava el divan per recompondre’m.»
–Tot i així, va continuar fidel al seu desig?
–«El que em va portar a tot això estava totalment intacte. Continuava estant a favor de la causa del poble.»
–Com ens veu a Catalunya com a poble?
–«La primera vegada que vaig venir a Catalunya deuria ser l’any 80 i no entenia el que buscaven els catalans. Per mi, la llengua espanyola era l’obertura al món, i no comprenia com es podien empresonar en el català. Però, a poc a poc, vaig entendre que els catalans són un poble i que, de fet, la llengua passa pel que aprenen els nens de les seves mares. Penso que és un tresor sagrat i que no es pot perdre. I, a partir d’aquí, vaig tenir més i més simpatia pel que han aconseguit els catalans. Tinc simpatia pels que no cedeixen, que no diuen que sí al més fort. Això és fonamental en mi. El petit que resisteix.»
–Tot i que des del govern espanyol es negui al poble català la possibilitat de fer un referèndum, Catalunya està reclamant el seu dret a decidir. Ho estem fent bé?
–«Els catalans voldrien una Catalunya independent. Aquest és l’heroisme català. Però, són gent molt prudent, massa calculadors. De fet, no crec que hi hagi un poble tan calculador com els catalans. Pel que conec dels catalans que he analitzat, és un poble que no vol perdre i, per ser heroi, és necessari perdre alguna cosa. I pel que fa al govern de Madrid, continua en el seu paper de preservar la unitat d’Espanya. Penseu que és molt difícil de concebre, per un francès com jo, quan justament França ha aniquilat les nacionalitats parcials amb una crueltat i una duresa terrible. Han fet una França compacta, però feta de sang. En canvi, la història d’Espanya ha estat molt diferent. Hi ha hagut una opressió sobre Catalunya, però no han aconseguit destruir l’esperit del poble català, el seu anhel d’independència. De tota manera, són els mateixos catalans els que es detenen. Tal com a vegades ho diem els analistes de manera crua, el símptoma dels catalans és el restrenyiment; és a dir, el retenir. Si vostè em demana la meva opinió personal, falta un forçament de la història per fer el pas decisiu. A vegades, una certa bogeria és necessària perquè es compleixi un fet. I si un comença a calcular, calcularà fins al final dels temps.»
–Encara que hi hagi moltes famílies que estiguin passant penúries, la societat actual és criticada perquè es rebel·la cada vegada menys…
–«Cert! Quan un ha conegut el Maig del 68 a França, és veritat que no hi ha res comparable avui. Ho he vist en els meus fills mateix, que no tenen el desig calent que teníem nosaltres per canviar les coses. Per exemple, el meu fill quan només tenia dos anys i va veure els policies em diu: ‘Els teus amics són bojos d’anar en contra d’ells que tenen armes i vosaltres no!’ Però, realment, per canviar les coses hi ha d’haver una revolució.»
–Els casos de corrupció i les promeses incomplertes dels polítics denoten que s’està perdent el valor de les paraules?
–«No hi ha hagut ni una sola època de la història en què la corrupció no hagi estat extrema. L’home que jo admirava més era Robespierre perquè es feia dir ‘l’incorruptible’. I si li deien així, és perquè els altres eren corruptes! Doncs la meva conclusió de quan tenia 13 anys era que un ha de ser incorrupte, però no ho ha de dir gaire perquè sinó els corruptes t’aniquilen.»
–La psicoanàlisi podria incidir en els moviments socials?
–«Lacan tenia una gran ambició per l’analista. Pensava que quan un havia acabat la seva anàlisi, confluiria amb el moviment de la seva època. Per això, pel Maig del 68, el seminari de Lacan estava ple de joves estudiants que esperaven alguna cosa de la lliçó que donava de no sotmetre’s, però tampoc d’anar cap a la utopia. De tota manera, diuen que ni la dona més guapa del món pot donar més del que té. I la psicoanàlisi tampoc. És una pràctica de paraula que no consisteix a imposar els prejudicis, els ideals, les concepcions de la gent, però que permet a cadascú d’esclarir els seus. Tant és així que la psicoanàlisi és conforme al pensament d’Heràclit, quan diu que els éssers humans comparteixen el mateix món quan estan desperts, mentre que, quan dormen, cadascú té el seu.»
–Què ens pot ensenyar el discurs lacanià?
–«Ensenya primer que la veritat també és en funció del temps. Hi ha coses que la gent pot escoltar en algun moment de la seva vida i d’altres que no. S’aprèn en la psicoanàlisi que a vegades s’ha d’esperar un temps perquè la gent pugui entendre fins i tot el que ells mateixos estan dient. Això, a mi, m’ha fet un gran bé perquè, a més de ser un moralista boig absolutista, tenia tots els defectes del món. Per mi, allò suprem era la veritat matemàtica, que em fascinava per ser vertadera fins a l’eternitat. Era com una creença. De fet, no em van criar en cap religió: el meu pare em va dir que era jueu, però mai em va explicar res sobre el judaisme; i, en canvi, el meu sagrat era la matemàtica. Amb l’anàlisi, vaig veure que incloure la variable temporal en la veritat era com un alliberament per mi. Perquè creure en l’eternitat de la veritat obliga a dir només allò que es quedarà per sempre, i, per contra, ara puc parlar de coses que poden durar tan sols cinc minuts. És a dir, que he matat el déu que ho mirava tot. Ja no hi és.»
–Com se sent avui a Barcelona?
–«Ara estic en un moment de relax després de dies d’estar preocupat per la meva col·lega Mitra Kadivar, que va ser internada en un hospital psiquiàtric a Teheran.»
–Què va passar?
–«Tot va començar quan em van avisar que hi havia una analista siriana que havia estat segrestada pels serveis secrets del seu país. La meva reacció va ser que l’havíem d’ajudar. Vaig tenir el suport polític de la dreta francesa, de l’esquerra, d’intel·lectuals… i finalment la van alliberar. I després, va ser Mitra Kadivar de l’Iran que va enviar un missatge electrònic de socors. A partir d’aquí, han estat dies d’emoció, de lluita, de dormir poc… Es veu que els veïns la van acusar de boja perquè volia atendre toxicòmans al seu despatx i van pensar que això els faria baixar el valor del pis. Van dir que es queixava d’un nen que corria al pis de sobre, però que el nen en realitat no existia. Li van diagnosticar esquizofrènia i la van obligar a fer una avaluació psiquiàtrica en un hospital, injectant-li antipsicòtics forçadament. Com que el ministre d’Assumptes Exteriors, Laurent Fabius, va recomanar que no hi anéssim a causa de les relacions entre França i l’Iran, vam començar tota una mobilització a París. Vaig obtenir la firma del president del partit UMP de dretes, la firma de Jean-Luc Mélanchon dels comunistes, la dels socialistes… I finalment també es va saber que el nen sí que existia i els veïns van acabar retirant la queixa. Doncs bé, amb tot, la van deixar anar el 14 de febrer, que just és el dia del meu aniversari!»
–I llavors es decideix a crear l’Institut Lacanià Internacional?
–«Sí. Però encara en va venir una tercera, a Tunísia. Són tres dones, tres analistes en països de l’Orient Mitjà. I, considerant l’experiència, primer vaig pensar a instal·lar-nos bé a París perquè segurament en el futur rebrem altres demandes, i després hem de crear antenes a les grans ciutats del món, a través de l’Associació Mundial de la Psicoanàlisi.»
–És com tornar a la seva joventut, no?
–«Sento que faig allò que mai hauria pensat poder fer d’aquesta manera, dels meus anhels de joventut, de contribuir a avançar per la llibertat de la paraula al món. Freud deia que un és feliç quan realitza els seus desitjos de nen, i com que els diners mai són els desitjos de la infància, els diners no donen la felicitat. I jo ara estic feliç perquè em sento molt proper al nen que he estat, del nen insuportable que era.»

L’orientació lacaniana en present

«Seguiré parlant! Ningú s’atrevirà a fer-me callar!» Aquesta exclamació feta pel mateix Jacques-Alain Miller podria definir la seva estada a Barcelona. I és que està eufòric per impulsar l’Institut Lacanià Internacional. Té un clar objectiu: defensar la llibertat de paraula. De fet, això és el que ha marcat la seva trajectòria. Miller és el responsable d’establir el conjunt dels seminaris de Jacques Lacan. Ja a l’any 90 va crear a Barcelona l’Escola Europea de Psicoanàlisi: «Es va dir europea perquè als d’aquí no els agradava que es digués espanyola», diu. Al cap de dos anys va fundar l’Associació Mundial de Psicoanàlisi i, a partir de llavors, va crear fins a set escoles arreu del món. Ara, reclama que tots ells s’impliquin a donar veu als que han estat forçats a callar.

En acció per la paraula

Jacques-Alain Miller critica els intel·lectuals que «van d’una universitat a l’altra a fer conferències», però que no s’impliquen amb les necessitats del moment i s’aïllen de les accions socials. En canvi, ell es desmarca d’aquesta pràctica. I més després d’encapçalar la campanya d’alliberament de Mitra Kadivar, en què s’ha refermat en la seva idea de solidaritat i de la força que pot exercir la societat civil. Tant és així, que es decideix a crear l’Institut Lacanià Internacional. La intenció és organitzar els integrants de l’Associació Mundial de Psicoanàlisi, perquè actuïn com una espècie d’amnistia internacional dels analistes. És a dir, una xarxa activa de psicoanalistes que treballaran per defensar la llibertat de paraula arreu del món.

«Tinc simpatia pels que no cedeixen, que no diuen que sí al més fort»
«La llengua passa pel que aprenen els nens de les seves mares. És un tresor sagrat»
«Els catalans voldrien una Catalunya independent. Però són massa calculadors»
«A vegades, una certa bogeria és necessària perquè es compleixi un fet»
Publicat a: http://www.elpuntavui.cat/article/2-societat/5-societat/629828-lorientacio-lacaniana-en-present.html